Los equipos buscan, cada vez más, espacios singulares donde hacer reuniones, eventos o experiencias team building.

En la comarca del Maresme se pueden encontrar todo tipo de opciones, pero hay una especialmente atractiva para los amantes del vino: las bodegas. Son espacios polifacéticos donde se pueden desarrollar diversos tipos de actos, como presentaciones de producto entre barriles y con olor a uva exprimida o actividades de potenciación y unión de equipos entre viñas.

La mayoría de bodegas disponen de salas donde realizar catas de vinos en reuniones del más alto nivel. También son una muy buena opción para los viajes de incentivos, en el que el concepto del «bleisure» (business + leisure), es decir, la combinación de las actividades de negocio y del ocio, va ganando terreno. Esto hace que sea necesario exprimirse el cerebro para aportar originalidad para que el evento que tengamos entre manos sea un éxito.

En general, cualquier evento de empresa combinado con gastronomía y vino es una apuesta segura. Por eso, el binomio entre enoturismo y el turismo de MICE está en auge. Uno de los puntos fuertes de la oferta son los valores intrínsecos derivados de la propia actividad vinícola: el entorno natural y el aislamiento del ámbito urbano aporta una tranquilidad que puede convertirse en uno de los valores diferenciales de las bodegas para este segmento. Son espacios ideales para descansar y recuperar la energía después de una temporada intensa de trabajo.

Las actividades complementarias a realizar en las bodegas son muy variadas: visita y cata de vino, maridajes gastronómicos, showcooking, yoga entre viñas, participar en alguno de los procesos de vinificación… entre otras formas de generar acciones de team building o de sorprender a los clientes con el objetivo de fidelizarlos.

Bodegas en el Maresme

El Maresme cuenta con varios espacios donde disfrutar del mundo del vino en el marco de un viaje de negocios. Disponen de flexibilidad para adaptarse a las necesidades de las empresas, con la capacidad de personalizar las acciones y los espacios a las necesidades de cada caso concreto. Un ejemplo es la bodega Quim Batlle, de Tiana, un proyecto que nace en 1999 com una forma natural y ecológica de producir respetando la tradición y los procesos naturales del territorio. Ofrece varias variedades bajo de Denominación de Origen Alella y producen vinos blancos de una calidad excelente.

El Bouquet d’Alella es otra de las viñas de mar y de montaña que se tiene que visitar. Ofrece vinos honestos que suponen un auténtica cata del territorio. Una pequeña bodega familiar con un gran abanico de propuestas ecoturísticas donde además de hacer visitas, o disfrutar de su wine bar, se pueden hacer almuerzos de tenedor, pícnics o cenas entre viñas bajo la luna llena, y también otras actividades, tales como pasear en quad o calçotadas.

Alella Vinícola es una bodega creada el año 1906. Disponen de restaurante propio en la misma bodega modernista diseñada por Jeroni Martorell, discípulo de Antoni Gaudí. Su marca emblemática es Marfil, que continúa la tradición centenária.

Otro espacio ideal para disfrutar del enoturismo de reuniones es Alta Alella, unas viñas resguardadas por el Parque Natural de la Cordillera de Marina. Establecidos en una finca noucentista, la bodega se basa en la agricultura ecológica certificada. Se pueden hacer aperitivos entre viñas, disfrutar de sesiones de DJ al mismo tiempo que se degustan vinos y cavas o actividades conjuntas entre vinos y navegar por el mar.

La bodega de las Aves es un proyecto que nace en medio del Parque Natural de la Cordillera Marina para elaborar vinos con el objetivo de reforzar su apuesta por la ecología y conseguir vinos naturales de calidad sin utilizar sulfuros. Una bodega que respeta el medio ambiente y con un diseño coherente con la filosofía sostenible.

Arenys de Munt disponde de la bodega Talcomraja, donde se pueden hacer paseos a pie por los bosques de Can Pau Bernadó, visitas a la viña de Can Sala de Dalt o combinar una degustación de vinos con un relajante paseo navegando por el puerto de Arenys de Mar. Elaboran vinos que creen en la sostenibilidad, la dignificación de los campesinos y la cultura del territorio.

Enoturismo y turismo de MICE son una combinación ideal para todo tipo de empresa y evento. Y el Maresme es un espacio magnífico para realizar reuniones entre viñas con una copa de vine en la mano.