Motivar equipos en momentos de pandemia no es, para nada, una tarea fácil. En tiempo de teletrabajo, mascarillas y semi confinamientos, uno de los retos más importantes de las empresas es mantener los equipos vivos y cohesionados.
Trabajar contra las circunstancias implica tener que enfrentarse a niveles de incertidumbre muy altos.
Y aunque hay empresas que pueden permitirse pensar en sus equipos y ver cómo reforzarlos, también tienen que hacer un esfuerzo para mirar al futuro con optimismo.
Los mayores inconvenientes para motivar equipos en momentos de pandemia.
La incertidumbre, el no saber qué pasará, el no saber por cuánto tiempo tendremos esta nueva normalidad provoca mucha inquietud, tanto a los líderes de las empresas como a los trabajadores.
Estamos ante un escenario de contención, en materia de inversiones y de gastos, difícil de mantener durante más tiempo y que por si fuera poco, nos amenaza en derivar en reducciones de plantilla y cierres.
Esta incertidumbre frena proyectos que motiven a los equipos y les hagan sentir los integrantes de un plan.
Esto da paso a la apatía y la resignación, ya que se tiende a adoptar posturas pasivas, más cercanas al victimismo que a la proactividad.
Y para redondear el paquete, tenemos el miedo a contraer la enfermedad y el aislamiento que ésta nos ocasiona.
La carencia de contacto humano desemboca en soledad, en pérdida de empatía y disminuye los niveles de oxitocina que es la hormona que regula la estabilidad emocional de las personas.
Sin este contacto físico diario de verse en la oficina, es inevitable que los equipos pierdan fuerza.
¿Cómo tenemos que pensar?
Adoptar un buen punto de vista es fundamental cuando tenemos un reto como este delante.
Si caemos en fatalismos, no saldremos de ésta.
Estamos en el mejor momento de la historia de la humanidad para afrontar una situación así pues tenemos los mejor medios sanitarios y tecnológicos, los mejores equipos de investigación y la mejor colaboración internacional de la historia.
La mejor actitud es pensar que todo es un impasse y que lo superaremos.
Como sociedad saldremos reforzados porque hemos aprendido muchas cosas y nos hemos dado cuenta del papel que nuestros estilo de vida ha jugado.
El modelo económico que hemos seguido hasta ahora se ha de repensar profundamente y, sin embargo, tal vez sea esta la manera más rápida de empezar a cambiar.
Por otra parte, esta situación ha supuesto una vuelta de hoja en la manera de entender la salud: nunca antes se había considerado seriamente que las relaciones sociales y la libertad de movimientos fueran una parte fundamental de un buen estado salud.
Y sin duda es un buen punto a desarrollar en el futuro.
¿Cómo podemos reducir el desánimo?
Conseguir que surjan nuevas ideas que permitan innovar en las empresas en momentos de crisis requiere un cambio de mentalidad.
Los líderes de las empresas se ven en la obligación de analizar el presente y los posibles escenarios futuros. En función de ello, deberán marcar nuevos objetivos a corto y medio plazo.
Los nuevos objetivos deben ser el resultado de la inteligencia colectiva, de un trabajo en equipo donde todos puedan dar su opinión, teniendo en cuenta la problemática de cada puesto de trabajo.
Las empresas se basan en estructuras aún muy jerarquizadas, pero está más que demostrado que trabajar con la colaboración de todos los niveles de la empresa puede conducir a soluciones sorprendentes.
Hablar, reflexionar, poder exponer sin miedo y de forma constructiva las diferentes visiones que se tienen será indispensable.
Es importante mantener los equipos enfocados para vencer la apatía y el desánimo.
Lluvia de ideas, formaciones específicas en nuevas tecnologías, en sostenibilidad, en economía del futuro.
Se trata de abrir la mente y agudizar el ingenio.
Un clima de cooperación y de formación, donde el equipo sienta que crece con el cambio, levantará los ánimos de los equipos porque verán que se buscan soluciones, que hay propuestas reales sobre la mesa que serán la clave para resolver el presente y, sobre todo , afrontar el futuro.
Los retos del departemento de recursos humanos
Sería un error por parte de recursos humanos no entrar en los aspectos personales de cada uno de los miembros del equipo.
El principal reto que tienen es mantener el contacto afectivo empresa-trabajador, o aún más importante, crearlo si no existía.
En momentos así las realidades de cada una de las personas de la empresa pueden ser muy diferentes y adaptarnos a ellas aumenta la seguridad y la confianza. Esto se traduce en tranquilidad y al mismo tiempo, en un mejor rendimiento.
Todos necesitan un tiempo de adaptación, el equipo de RRHH también, pero la dirección correcta es esta. Es cuestión de ir dando pasos.
¿Cómo evitar la desconexión entre los equipos?
Como ya hemos comentado verse las caras ayuda a hacer subir los niveles de oxitocina y por lo tanto, adoptar las medidas de seguridad necesarias, para volver a la oficina lo antes posible debe ser una prioridad.
Recuperar los cafés a media mañana, las comidas y las conversaciones de pasillo, es más importante de lo que parece.
Una empresa es un proyecto colectivo donde se juntan personas para un objetivo común.
No hace falta que nos vemos todos los días, pero sí debe haber contacto humano.
El miedo sanitario debe combatirse con protocolos de higiene, de distanciamiento social y de aforos.
Por ejemplo:
La creación de grupos burbuja, por departamentos
Hacer trabajo presencial en días alternos con un 50% de aforo.
Flexibilizar los horarios de oficina, para evitar las aglomeraciones en los transportes públicos.
Son soluciones que algunas empresas ya están aplicando y que ayudan a normalizar la situación, que es la única manera de convivir con la crisis y poder seguir trabajando.
Optimismo o realismo: ¿Se deben dar las malas noticias o se deben tapar?
En una situación tan cruda, comunicar malas noticias no es para nada fácil.
¿Cómo lo tenemos que hacer para encontrar las palabras adecuadas?
Para saber cómo hablar a los equipos lo primero es conocerlos bien: no es lo mismo hablar a equipos maduros que a equipos jóvenes. El discurso puede ser bastante diferente en función de esta simple variante.
Los equipos seniors que hace tiempo que trabajan juntos y que han pasado por otras crisis probablemente resisten mejor las malas noticias porque saben que juntos pueden volver a salir adelante que si lo hicieron una vez pueden volver.
Los equipos nuevos necesitarán mucha más ayuda, más directrices y más tacto a la hora de escuchar noticias que no les son favorables.
No se puede explicar la realidad sin filtros, no saber utilizar las palabras adecuadas puede hacer mucho daño.
La persona que hable debe estar serena y tener muy claro cuál es el objetivo del mensaje.
Honestidad y control de la información
Se debe hablar con honestidad, pero a la vez con empatía hacia las diferentes personas que escuchan, no vale herir sensibilidades.
Sea lo que sea que comunicamos, la honestidad debe ser igual a todos los niveles de la empresa, a fin de no perder el control de la información.
Si somos más honestos en uno de los departamentos, o entre altos cargos y medios, perdemos el control de cómo se explica una misma cosa.
Tarde o temprano todo se acaba sabiendo, pero lo más seguro que no de la manera que quisiéramos, por lo tanto es mejor decir lo mismo a todo el mundo.
¿Cuál es la pregunta clave a hacernos a nosotros y a nuestros equipos?
Ante la incertidumbre de no saber si nuestra vida podrá volver a ser como antes, la clave está en ser capaces de encontrar nuevas soluciones, ser flexibles y adaptarnos a los cambios lo más rápido posible.
Recordemos que las cosas que nos pasan no son tan importantes como nuestra actitud ante ellas. Y dejarse llevar por las circunstancias no siempre es la mejor opción.
Por lo tanto, las pregunta a hacernos es la siguiente:
¿Qué puedo hacer yo para mejorar esta situación? Estoy haciendo todo lo que puedo para afrontar todos los cambios que vienen?
Os dejamos con estos deberes para terminar el año y hacer un ejercicio de honestidad con vosotros mismos!
Felices Fiestas y esperamos un Feliz Año Nuevo !!!
* Este post es un resumen de un seminario web de Eventoplus de 16-10-2020.